menos ella que se va, sin ser besada,
a dormirse como cada noche sola y
con sabor a mermelada de ternura
moja el suelo de su alcoba donde un espejo le roba la hermosura.
Nadie sabe cómo le queman en la boca tantos besos que no ha dado,
tiene el corazón tan de par en par
y tan oxidado.
Ojos lujuriosos de hombre que en el último metro buscan y deseannunca miran dentro del escote de las feas.
Besos en la frente,besos en la frente le dan;besos en la frente,
nadie trata de ir más allá…
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