jueves, 25 de noviembre de 2010

He oído que existe un acorde secreto que David solía tocar, y que agradaba  al Señor.
Pero tú realmente no le das mucha  importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como la cuarta, la quinta cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.
Aleluya…
Tu fé era fuerte, pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado. Su belleja, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla de su cocina. Rompió tu trono, y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.
Aleluya
Dices que tomé su nombre en vano. No conozco siquiera su nombre.
Pero si lo hice, bueno, realmente, ¿qué significa para tí?
Hay un resplandor de luz en cada palabra.
No importa la que hayas oído. La sagrada o la rota. Aleluya.
Aleluya…
Hice lo mejor posible, no fue mucho. No podía sentir, así que intenté tocar.
Dije la verdad, no te tomé el pelo.
Y aún así todo salió mal.
Permaneceré ante la oración del Señor,
sin nada en mi lengua más que el aleluya.
Aleluya…

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Gracias !

El amor es irracional.Cuanto mas quieres a alguien, menos logica tiene todo